De a dos es mejor

Formar una familia es uno de los momentos más significativos en la vida de cualquier persona. Vivir con una pareja y luego con los hijos trae  una gran cantidad de felicidad, pero también implica una considerable responsabilidad, ya que nuestras acciones afectan no solo a nivel individual, sino también a nivel familiar.. Por eso, en esta nueva etapa de la vida, es crucial llevar a cabo una planificación financiera adecuada, que te permita a vos y a todos los miembros de la familia alcanzar sus objetivos tanto a corto como a largo plazo, tanto personales como familiares.

Decidir vivir en pareja conlleva un aumento en los gastos. Alquilar o comprar una vivienda, pagar servicios, adquirir un vehículo o hacer la compra son gastos que probablemente no tenías cuando vivías solo o con tus padres.

La buena noticia es que, aunque los gastos aumenten, ahora hay una nueva fuente de ingresos la de tu pareja. Es fundamental que ambos analicen sus finanzas y determinen cómo van a gestionar el dinero para cubrir estos gastos comunes.Es muy útil elaborar y seguir un presupuesto. Además, deben establecer un plan financiero familiar que les permita no solo afrontar el día a día, sino también planificar para eventos a mediano y largo plazo, como tener hijos y la jubilación.